27 de julio de 2019

“Me viví como mujer y he comprobado que es mucho más fácil vivir como hombre”: Lee Tapia

“Yo soy un hombre transexual. En algún momento me viví como mujer, y por eso sé qué es la violación, conozco el acoso, el miedo, los abusos que se viven como mujer… “

Lee Tapia tiene 26 años, es de León, Guanajuato, y es un activista dedicado a defender los derechos sexuales. Cuando Lee habla, sus gestos, su voz, son una clara manifestación de juventud y frescura; pero su historia, sus palabras, refieren una experiencia única y profunda.

“…Ahora, como hombre, he comprobado que la vida es más fácil. Eso sí, vivo como un hombre con perspectiva de género. Hay hombres que se quejan porque no pueden llorar o porque sienten que deben pagar la cuenta del restaurante. Yo no puedo pensar así, que violen a una mujer y la autoridad no haga nada es un problema mayor”.

Lee estudió la licenciatura en Gestión Cultural en la Universidad de Guanajuato; durante el desarrollo de su tesis y el servicio profesional entró en contacto con dos asociaciones civiles: Seres (que trabaja con personas homosexuales y entre sus principales objetivos está la prevención del VIH) y Techo (que lucha por la superación de la pobreza y el desarrollo comunitario):

“Creo que el arte y la cultura nos pueden ayudar a disminuir la violencia. Al sistema actual sólo le preocupa el dinero, los intereses personales, no cuidamos de los demás, nos hace falta empatía”.

Hace dos años Lee se integró a REDefine, ahí trabaja para que se reforme la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de León en materia de sexualidad.

LEE TAPIA

“Yo soy un hombre transexual. En algún momento me viví como mujer, y por eso sé qué es la violación, conozco el acoso, el miedo, los abusos que se viven como mujer… “

Lee Tapia tiene 26 años, es de León, Guanajuato, y es un activista dedicado a defender los derechos sexuales. Cuando Lee habla, sus gestos, su voz, son una clara manifestación de juventud y frescura; pero su historia, sus palabras, refieren una experiencia única y profunda.

“…Ahora, como hombre, he comprobado que la vida es más fácil. Eso sí, vivo como un hombre con perspectiva de género. Hay hombres que se quejan porque no pueden llorar o porque sienten que deben pagar la cuenta del restaurante. Yo no puedo pensar así, que violen a una mujer y la autoridad no haga nada es un problema mayor”.

Lee estudió la licenciatura en Gestión Cultural en la Universidad de Guanajuato; durante el desarrollo de su tesis y el servicio profesional entró en contacto con dos asociaciones civiles: Seres (que trabaja con personas homosexuales y entre sus principales objetivos está la prevención del VIH) y Techo (que lucha por la superación de la pobreza y el desarrollo comunitario):

“Creo que el arte y la cultura nos pueden ayudar a disminuir la violencia. Al sistema actual sólo le preocupa el dinero, los intereses personales, no cuidamos de los demás, nos hace falta empatía”.

Hace dos años Lee se integró a REDefine, ahí trabaja para que se reforme la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de León en materia de sexualidad.

“En Guanajuato, esta ley omitió la parte relacionada con la sexualidad. Nosotros buscamos que las niñas, niños y adolescentes sean vistos como sujetos de derecho y no como sujetos a los que hay que proteger. Por ejemplo, en Guanajuato los embarazos adolescentes siguen incrementándose; hemos hecho investigación al respecto y tenemos registrado este problema. Para mí —que he dado clases en telesecundaria— ha sido terrible descubrir que hay niñas de primer año embarazadas. Entonces pienso: esto se puede prevenir. La ley tiene que cambiar porque así como está ahorita es como si negara que los adolescentes tienen sexo y merecen información, que en los centros de salud les deben proveer de métodos anticonceptivos, sin cuestionarlos, para que no se les niegue la protección ni la salud”.

En REDefine también dan talleres sobre derechos sexuales y reproductivos; en ciertas fechas ponen stands informativos en plazas y jardines públicos; ofrecen capacitaciones en escuelas secundarias, preparatorias e incluso universidades sobre el uso del condón masculino y femenino, sobre prevención de enfermedades de transmisión sexual y VIH; asimismo, hablan del embarazo no deseado, propician la reflexión en torno a estos temas y buscan acabar con los prejuicios.

“Como activista me ha tocado observar de cerca la violencia que viven niñas y mujeres. En especial me preocupa el abuso sexual a infantes dentro de su propia familia; los reprimen, les dicen: cállate, no hables de eso porque qué vergüenza que sepan que tu tío abusó de ti. Y la familia no hace nada. No protegen a los niños. Sé de muchos casos así. ¿Y si tu familia no te protege quién lo va a hacer allá afuera?”

Estas circunstancias de injusticia son las que motivan a Lee a buscar opciones que permitan vivir en mejores condiciones. “En los talleres siempre hay alguien que se acerca, que te habla para pedir apoyo, para preguntar más. He ayudado a personas que no saben leer ni escribir, que están en situaciones de mucha violencia, de abuso. Y el hecho de acompañar a estas personas a que reciban apoyo psicológico, asesoría legal y puedan levantar una demanda es fundamental para ayudarles a que salgan de las situaciones problemáticas. Quiero ayudar a mujeres golpeadas. Yo también he vivido situaciones de violencia, de abuso sexual, por eso sé qué significa, sé que no es fácil, que duele mucho, y no encuentras ayuda fácilmente”.

Así, desde REDefine y con el apoyo del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, Fondo Semillas y el programa “Construcción de capacidades para la incidencia a favor de los derechos de las mujeres en México”, financiado por la Comisión Europea, Lee Tapia trabaja en contra de las injusticias; enseña, denuncia y habla con el corazón, con su experiencia de vida, para evitar que se normalicen las situaciones de violencia, y se agraven los estigmas en la vida de los niños, niñas, adolescentes y mujeres.

Algunos datos:

Entre los motivos por los que muchas adolescentes quedan embarazadas a tan corta edad están la falta de información, la falta de oportunidades, las expectativas sociales y la violencia sexual.
Por lo general, las niñas o adolescentes que quedan embarazadas antes de los 18 años ya no pueden ejercer sus derechos a la educación, la salud o a un nivel de vida adecuado. Además, pierden su niñez y deben asumir obligaciones de adultas.

  • Según la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres (ENIM 2015), México ocupa el primer lugar en embarazos adolescentes entre los países de la OCDE.
  • Dicho documento señala que la tasa de embarazo en adolescentes es de 77 por cada mil mujeres y que el 60% de las adolescentes sexualmente activas no utiliza ningún método anticonceptivo.
  • Guanajuato registró 25 mil adolescentes embarazadas durante el año pasado.
  • De esa cifra, 3 mil 200 tenían entre 10 y 13 años de edad.
  • El riesgo de morir por causas relacionadas al embarazo se duplica si el embarazo se da antes de los 15 años.
  • La Secretaría de Salud del Estado de Guanajuato (SSG) ha detectado que el 50% de los jóvenes menores de 18 años sostienen relaciones sexuales.
  • En Guanajuato se han presentado múltiples casos en los que las mujeres víctimas de violación sexual no tienen acceso a la interrupción legal de su embarazo, a pesar de que existe la Norma 046 a su favor.

Fuentes:

Arellano, Silvia; Mercado, Angélica (2017). “México, primer lugar en embarazo en adolescentes”. Milenio. Disponible en: http://www.milenio.com/politica/mexico-embarazo-adolescentes-ocde-matrimonio_infantil_pobreza_0_982701984.html

Murillo, Andrea (2017). “Niegan derecho de abortar a víctimas de violación”. Periódico AM. Disponible en: https://www.am.com.mx/2017/03/20/leon/local/niegan-derecho-de-abortar-a-victimas-de-violacion-350193

Ortiz Aldaña, Francisco I. (2017). “Guanajuato registró 25 mil adolescentes embarazadas en 2016”. El Universal. Disponible en: http://www.eluniversal.com.mx/articulo/estados/2017/04/10/guanajuato-registro-25-mil-adolescentes-embarazadas-en-2016

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